Como bien se sabe ya se empezó a debatir la
polémica reforma del código electoral que quiere llevar adelante el
kirchnerismo. Este planea agregar al padrón electoral a menores de 18 años y a
extranjeros con 2 años de residencia.
Si bien en otro contexto no parecería una
propuesta demasiado alocada, teniendo en cuenta las características de este
gobierno y sus políticas consecuentes, esta parece ser una medida que
complementa totalmente la reforma constitucional que planean hace tiempo para
terminar de perpetuar su red de poder en la Argentina.
Al analizar esta propuesta de una forma más
profunda, nos damos cuenta de que darle la responsabilidad del voto a menores
de hasta 16 años es un tema muy delicado. Como fenómeno generalizado, los
adolescentes de hoy en día no presentan en su mayoría una formación adecuada
como para tomar este tipo de decisiones. El sistema de educación argentino no
está en su mayor esplendor y no es ninguna novedad. Algunas estadísticas nos
revelaron hace no mucho tiempo que el 50% de los alumnos de los colegios
secundarios no terminan sus estudios.
No se trata de debatir si los chicos no han
evolucionado nada en 100 años, como lo planteó Aníbal Fernández en sus
declaraciones. Ahora o hace 100 años, los chicos de 16, 17 o 18 años se encuentran
en plena formación física e ideológica, y la mayoría no saben ni lo que quieren
para sus futuras vidas. Como podemos esperar que tomen las decisiones adecuadas
cuando se pongan frente a las urnas. Suponiendo que este proyecto prosperara,
hay que ponerse a pensar que los chicos que hoy tienen 14 tendrían que ya ir
pensando en quién votar en el 2015.
Otras figuras públicas como Zaffaroni, declararon
ante los medios que si a los 16 no tienen conciencia para votar, tampoco
podrían penarlos. Algo completamente descontextualizado y absurdo. Una
declaración bastante desilusionadora teniendo en cuenta que viene de un
ministro de la Suprema Corte de Justicia. Cualquier persona en su sano juicio
se puede dar cuenta que dañar o perjudicar al prójimo es algo malo, hasta los
niños de 10 u 8 años se pueden percatar de eso, y no se necesita una gran
construcción mental o ideológica para ello.
En relación a incorporar a los padrones a
extranjeros con 2 años de residencia es un tema un poco más discutible, pero
personalmente, también me parece algo completamente desacertado. El voto debe
ser un derecho y obligación, pero tal y como lo establece la constitución
actual: para todos los ciudadanos argentinos con la mayoría de edad. A mi
parecer, es muy poco sensato que un extranjero pueda incidir en el futuro
político de nuestra nación, es algo que elude nuestros principios más básicos.
En conclusión, esta movida política, en conjunto
con la intensa labor de "La Cámpora" en los colegios de todos los
niveles y la posible reforma constitucional, forma parte de un perverso plan de
perpetuidad en el poder para el linaje kirchnerista. Algo evidentemente va mal,
si dejan al descubierto tan fácilmente sus intenciones. Según parece el tan
famoso "54%" no fue tan determinante, si ni ellos mismos creen en él,
o en el peor de los casos, se encuentran demasiado embriagados con el poder y
sólo quieren llenar otro peldaño más hacia el absolutismo y hegemonismo en el
Estado Argentino.
Por Francisco J. Revoredo
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