En la semana el vicepresidente, Amado Boudou, dejo
entrever que en la interna del oficialismo se piensa y se pensó seriamente en
una reforma de la constitución, con el único objetivo de perpetuar aún más la
hegemonía del modelo psudo-progresista K.
La información fue filtrada por varios funcionarios, que
apuntaron directamente al vice. Las filtraciones indicarían que Boudou habría
comentado que “No hay que esperar 3 años para hablar de la reforma constitucional”,
en un almuerzo.
Luego de que la opinión pública comente esto tibiamente, Amado Boudou salió en su defensa declarando que “En ese momento hablé como militante y no como funcionario político”. Según parece, al periodismo no le intereso tanto esta alarmante declaración, que ya de entrada se contradice con lo que venía diciendo el oficialismo hasta ahora de “No tener ninguna intención de modificar la constitución para la reelección indefinida”.
Luego de que la opinión pública comente esto tibiamente, Amado Boudou salió en su defensa declarando que “En ese momento hablé como militante y no como funcionario político”. Según parece, al periodismo no le intereso tanto esta alarmante declaración, que ya de entrada se contradice con lo que venía diciendo el oficialismo hasta ahora de “No tener ninguna intención de modificar la constitución para la reelección indefinida”.
Si como ya había comentado en notas anteriores,
históricamente los segundos mandatos en la Argentina fueron desastrosos (Sin
irnos tan al pasado, todos recordaran los 90’ del Innombrable Carlos Menem);
¿que nos deparará ahora que además se le suma una reforma constitucional?
¿Acaso nos encontraremos con un “Pacto de olivos 2”?
Todo esto solamente podrá ser revelado con el tiempo y las
medidas que tome el oficialismo a partir de ahora. Para mí, este es un tema
central y el periodismo no puede tratarlo tan tibiamente como lo ha venido
haciendo en estos días. Medidas como estas son las que pueden transformar una democracia
en una demagogia y, acentuar el autoritarismo y la competencia deshonesta. No
dejemos que el poder siga socavando las libertades del pueblo y el ejercicio
pleno de la democracia.
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